CASO 3
Aguas Capital, de Cúcuta
Pacto impuesto con amenazas e intimidación
Cuando en el año 2005 la empresa privada Aguas Capital adquirió el sistema
de acueducto y alcantarillado público de Cúcuta, entre los trabajadores se
generó la esperanza de que mejorarían sus condiciones laborales. Pero ocurrió
lo contrario, el salario se les desmejoró entre 10% y 15%. Y en esa tónica
continúo su situación en los años siguientes.
Después vendrían los líos judiciales de los hermanos Nule, accionistas
mayoritarios de Aguas Capital, que a raíz de eso tuvo muchas dificultades,
de las cuales logró salir pero precarizando aún más las condiciones de sus
trabajadores. Por eso 25 de ellos se organizaron en sindicato para luchar por
sus reivindicaciones. Crearon la subdirectiva del Sindicato de Trabajadores y
Empleados de Servicios Públicos Domiciliarios de Norte de Santander, filial de
CTC, que en poco tiempo llegó a tener 100 afiliados.
Presentaron pliego, pero la empresa, no solo se negó a negociarlo sino que
les cerró las puertas, no les permitió dar información ni colocar carteleras, los
estigmatizó, cuenta Jonhatan Díaz, vicepresidente de Sindicato. Y aparte de
eso despidió a 20 trabajadores con contrato temporal, por el solo hecho de
relacionarse con la gente del sindicato.
Por ser servicio público no podían votar la huelga, optaron entonces por llevar
el conflicto a Tribunal de Arbitramento, que la empresa se encargó de dilatar.
Ante esto presentaron el caso ante el CETCOIT, que es una instancia de
solución de conflictos avalada por la OIT. Así lograron que la empresa aceptara
negociar el pliego y firmar convención colectiva para los 110 trabajadores
sindicalizados, en noviembre de 2013. Logro principal de esta convención fue
la eliminación del salario mínimo legal en Aguas Capital Cúcuta.
Pero a los pocos días la empresa hizo una gran campaña a favor de un Pacto
Colectivo para los no sindicalizados, arguyendo que gozarían de los mismos
beneficios de la convención, pero con la ventaja de no tener que pagar cuota
sindical. En efecto, el Pacto fue exactamente la transcripción de la convención
colectiva, solo le cambiaron algunos títulos.
El sindicato dio un compás de espera para ver la reacción frente al Pacto y así
evitar enfrentamientos entre los mismos trabajadores. Lo que ocurrió fue que la
empresa incumplió algunos puntos del pacto, y ello generó inconformidad, que
el sindicato aprovechó para convencer a uno de los líderes del Pacto, quien
públicamente renunció a éste y adhirió al sindicato, pese a las presiones que
recibió. Incluso recibió llamadas amenazantes al teléfono corporativo de la
empresa, que lo conminaban a retirarse del sindicato. Como también fue objeto
de amenazas y seguimientos el fiscal del sindicato.
A partir de ese momento la correlación de fuerzas cambió, tras una fuerte
campaña el sindicato logró que muchos del Pacto se afiliaran al sindicato,
que hoy ya cuenta con 295 miembros, o sea más de la tercera parte de los
trabajadores de la empresa. De esta manera logró derrotar el Pacto Colectivo y
hacer extensiva la convención a todos los trabajadores. Además logró acabar
con los contratos a término fijo, ahora en Aguas Capital Cúcuta todos los
contratos son a término indefinido.
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